• Somnis banner

Colchones en Girona

Colchones

Hoy en día en el mercado existen multitud de opciones a la hora de elegir un colchón, por eso, en Somnis, te asesoraremos y ayudaremos a elegir aquel que más se adapte a tus necesidades, ofreciéndote una gran variedad de colchones, almohadas de látex, viscoelástica y fibras y ropa de cama, entre otros productos.

Sabemos que no es lo mismo dormir que descansar y gracias a ello hemos encaminado todo nuestro esfuerzo y nuestra experiencia en el diseño de innovadores productos que conviertan las horas de sueño en apacible descanso. En nuestro establecimiento en Girona disponemos de un gran abanico de modelos con materiales y medidas diferentes para ofrecerte las últimas tendencias en materia de descanso, siempre con la máxima calidad y garantía que nuestros clientes se merecen y a unos precios asequibles.

1. Cómo elegir el colchón perfecto

Los colchones pueden ser de muchos tipos y de distintos materiales (de espuma, muelles, látex, etc.) con diferentes grados de firmeza y precios muy dispares. Además, en función de diferentes factores deberás elegir un colchón u otro:

Tu manera de dormir

Según la posición que tengas mientras duermes:

Si duermes boca arriba se recomienda escoger colchones duros.
Si duerme de lado, te puede convenir un colchón de menor firmeza, que permita al hombro hundirse levemente. Un buen colchón debe respetar la curvatura natural de la columna vertebra, boca arriba y alineada mientras duermas de lado.
¿Cuánto pesas?

Si pesas bastante, necesitarás colchones firmes, que ofrezcan buena sujeción.
Las personas más ligeras necesitan también colchones de mayor flexibilidad para repartir mejor el peso.

¿Te mueves mucho?

Si te mueves mucho mientras duermes te conviene un colchón algo más duro que te permita girarte sin esfuerzo. En un colchón blando te hundirías demasiado, y te costaría girar, lo que resulta incómodo.

¿Pasas calor?

Si pasas calor, sudas con facilidad o vives en un lugar cálido, los colchones de muelles pueden convenirte más, pues se ventilan mejor y son más frescos.

Si eres friolero o vives en un lugar frío, los modelos de espuma, de látex o de material viscoelástico guardan más el calor.

Otras cuestiones

Si necesitas una base articulada, escoge un colchón flexible (de espuma, de látex o de muelles embolsados).
Si eres alérgico al polvo o asmático, se recomienda usar un colchón de espuma o de látex con una funda lavable (salvo, claro está, que seas alérgico al látex).

2. Firmeza del colchón

Un buen colchón debe repartir el peso del cuerpo de la manera adecuada y ser lo suficientemente firme como para sostener bien el cuerpo, pero sin resultar incómodo. La firmeza del colchón es una cuestión de preferencia personal y de peso.

Somnis colchón duro

Colchón duro

Si el colchón es demasiado duro, no se adapta al cuerpo. Esto por un lado permite una mejor aireación, pero por otra hace que el peso del cuerpo no se distribuya adecuadamente por toda la superficie del colchón. Colchón rígido, la espalda no se adapta.

Somnis colchón blando

Colchón blando

En un colchón demasiado blando, el cuerpo tiende a hundirse. Esto presenta distintos problemas: la sensación de calor aumenta, porque no circula el aire, y por otro lado la columna vertebral y la espalda no están bien sujetas, ni al dormir boca arriba, ni de lado. Colchón blando, la curvatura de la columna se ve afectada.

3. Tipos de colchones según el material

Colchones de muelles

Los colchones de muelles pueden ser de diferentes clases:

Muelles independientes (bonell o bicónicos) tienen un núcleo formado por múltiples muelles metálicos colocados en vertical, que se estrechan en su tramo central y están enlazados unos a otros por hilos metálicos.

Muelle continuo, el entramado está hecho a partir de un único hilo metálico. En ambos casos el núcleo va cubierto por varias capas de espuma o algodón.

Los dos colchones ofrecen un soporte suficiente y una buena ventilación, por lo que pueden resultar algo frescos. Hay colchones con cara de verano y cara de invierno, más cálida.

Muelles embolsados están formados por cientos de muelles independientes, metidos en saquitos de tela individuales y unidos por una sujeción muy fina. En principio, se adaptan bien a la forma del cuerpo y ofrecen una buena ventilación. Mantienen una buena independencia de movimientos para los dos miembros de la pareja en una cama de matrimonio. Pueden durar hasta 15 años.

Colchones de espuma de poliuretano

Estos colchones están llenos de miles de pequeñas celdillas o burbujas de aire, y cubierto por una funda. Dependiendo del número de celdillas por m3, de su tamaño y de los agentes cohesionantes que lleve la masa, el colchón será más o menos firme. En general, a mayor ligereza, más blandura y peor envejecimiento.

Están hechos de una espuma especial que se amolda al cuerpo bajo los efectos del calor y la presión, ofreciendo una óptima distribución del peso corporal.

Colchones de material viscoelástico

Estos colchones viscoelásticos interesan, sobre todo, a quienes deban pasar mucho tiempo en la cama. Estos colchones están hechos de espuma de látex natural, látex sintético y materiales auxiliares usados en distintas proporciones. Hay colchones que combinan látex natural y sintético.

El núcleo lleva perforaciones para facilitar la aireación, reducir el peso y crear zonas de resistencia ofreciendo una sujeción bastante firme pero al mismo tiempo son muy flexibles y se adaptan bien a los contornos del cuerpo, distribuyendo la presión de manera uniforme.
También son buenos aislantes del calor, y mantienen un ambiente agradable en la zona de contacto.

Colchones de látex
Estos colchones son una buena opción para quienes se mueven mucho por la noche, pues el látex absorbe eficazmente los movimientos del cuerpo. También para parejas si uno se mueve mucho, y para las personas con alergias respiratorias o asma. Sin embargo, están prohibidos para los alérgicos al látex y son bastante pesados, lo que unido a su gran flexibilidad, los hace incómodos de manejar.
Estos colchones pueden llevar distintos recubrimientos: algodón, lana, seda, sintético, etc.

4. Colchones especiales

Colchones ortopédicos: suelen usarse por recomendación médica y son adecuados para quienes deben estar mucho tiempo en cama. No son adecuados para una persona sana, pues es incómodo moverse en uno de ellos. Además, son bastante caros.

Colchones de agua: son pesados, necesitan una cuidadosa conservación y además son muy incómodos, sobre todo para quien se mueve muchas horas o para quien duerme boca abajo. Su nota más positiva es que el cuerpo se adapta bien al colchón.

Futón: es colchón japonés hecho con capas de algodón y es adecuado para quien busca una base dura. Su espesor es muy reducido, y disminuye con el uso, por lo que debe cambiarse con frecuencia.

Colchones de lana clásicos: tiene muchas desventajas: son muy pesados, difíciles de manejar y de mantener bien y resultan impensables para quien padece alergias respiratorias.

5. Cómo mantener el colchón en buen estado

Para que un colchón se mantenga en buen estado, se recomienda cambiarlos después de unos 10 años de uso, ya que con el paso del tiempo los colchones van perdiendo consistencia y grosor y ha no ofrecer las condiciones óptimas para el descanso.

También se aconseja ventilar bien el dormitorio y esperar un poco antes de hacer la cama para que de tiempo a que se evapore la humedad generada durante la noche. Además, debes dar la vuelta a los colchones periódicamente, para que se usen por igual por todos lados y evitar deformaciones y tener fundas de colchón lavables para mantener en buenas condiciones el colchón.

Para los alérgicos a los ácaros, los colchones de látex son los más adecuados. Y hay que tener siempre la precaución de lavar frecuentemente la ropa de cama para eliminarlos.